lunes, 18 de mayo de 2015

Argumentación sobre los alimentos transgénicos

La incorporación de alimentos transgénicos al mercado ha provocado un encendido debate social y científico sobre los beneficios y perjuicios que aportan. La realidad es que no deberían comercializarse libremente porque resultan nocivos.
En primer lugar, los transgénicos suponen un peligro para el medio ambiente y para la agricultura. Las variedades transgénicas contaminan genéticamente a otras variedades de la misma especie o a especies silvestres emparentadas, ya que una vez liberados al medio ambiente no se pueden controlar. La contaminación genética es irreversible e impredecible y pone en peligro variedades y especies cultivadas tradicionalmente. Por otra parte, con las plantas tolerantes a herbicidas, el agricultor usa mayores cantidades de agrotóxicos para acabar con las llamadas "malas hierbas". Según estudios recientes, se están utilizando un 80% más pesticidas en los cultivos transgénicos que en los convencionales.
También se han demostrado efectos nocivos sobre la fauna. Por ejemplo, la Universidad de Cornell encontró y confirmó que el trigo manipulado con Bt envenenó en pruebas de laboratorio a la mariposa monarca en su estado larvario. Existe además el peligro de crear insectos resistentes a agroquímicos que pudieran destruir el entorno natural y, en consecuencia, también afectar la biodiversidad de la fauna silvestre y la cadena trófica.
Finalmente, a pesar de que muchos defiendan el libre mercado y las supuestas ventajas de los transgénicos, como su resistencia a las plagas y enfermedades o su precio asequible, es evidente que ello no compensa el riesgo para la salud humana que suponen a corto y medio plazo. El prestigioso científico Arpad Pusztai encontró en patatas genéticamente manipuladas una toxina que daña el sistema inmunológico de los mamíferos. También advirtió que la manipulación genética aumenta los niveles naturales de toxinas y alergénicos en plantas, además de producir otros nuevos. Prueba de ello es que en la Universidad de Nebraska se comprobó que la soja, genéticamente manipulada con la nuez de Brasil, aumentó las alergias en distintos alimentos (este padecimiento se detectó en un 8% de los niños de los Estados Unidos). Marc Lappe (1999) publicó en un estudio en el Journal of Medicinal Food que demuestra que la generalización de alimentos transgénicos pudiera alterar las defensas naturales del organismo humano contra padecimientos infecciosos y degenerativos y, por ende, aumentar las enfermedades severas...
En definitiva, el uso de transgénicos es una bomba de relojería de consecuencias imprevisibles. Exijamos a las autoridades sanitarias que prohiban su comercialización antes de que sea demasiado tarde.

-Haced el resumen, tema, estructura y comentario lingüístico.

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