lunes, 19 de enero de 2015

CORRECCIÓN DEL COMENTARIO DE "FORTUNATA Y JACINTA"

RESUMEN
Una mañana, Fortunata contempla desde la ventana cómo la plaza nevada se va transformando con el paso de las horas. De repente, descubre a su marido en la calle y se pregunta sobre su estado de salud, compadeciéndose de él.
TEMA
La sorpresa y el miedo de la protagonista al ver casualmente a su marido pasando por la calle. El texto presenta de forma indirecta otros dos temas típicos del Realismo y del Naturalismo: el adulterio, puesto que Fortunata ve al esposo al que ha abandonado desde la casa de su amante, así como el determinismo social y biológico. El primero se introduce a través de la situación de la protagonista, que se ve obligada a ser mantenida por un hombre para sobrevivir, debido a su falta de recursos (origen social muy humilde) y el segundo, a través del personaje del marido, que ha sido recluído en una institución al padecer un transtorno mental. Por otra parte, mediante el framgento descriptivo, también se nos presenta el Madrid del siglo XIX, una ciudad hermosa y llena de vida.
ESTRUCTURA
La primera parte del texto (l. 1 a 18) es descriptiva, puesto que el narrador se centra en los cambios que sufre a lo largo de la mañana un paisaje urbano, concretamente, una plaza de Madrid, siempre a través de la mirada de la protagonista. La segunda parte es un monólogo interior en que Fortunata se sobresalta al ver aparecer inesperadamente a su marido y se pregunta sobre su estado (de la l. 18 al final). La separación entre las dos partes no viene indicada por un nuevo párrafo sino por un marcador temporal: “de repente” (l. 18).
VOZ Y PUNTO DE VISTA DEL NARRADOR
Como es típico de la novela realista, que pretende analizar en profundidad la psicología de los personajes, se trata de un narrador externo en tercera persona (“vio a su marido”, l.1; volvió a mirar”, l.7). Es omnisiciente, puesto que reproduce los pensamientos de Fortunata al descubrir inesperadamente a su marido (“se volvió a asomar diciéndose: Si aquí no puede verme...”, l. 22-23).
MODALIDAD TEXTUAL
El texto combina la modalidad narrativa y la descriptiva. Así, aparecen verbos de acción y movimiento en pretérito perfecto simple, como “se quitó la joven de la ventana” (l. 22) o las perífrasis “tuvo que retroceder saltando” (l.20) y “se volvió a asomar”) (l.22).
En la descripción aparecen numerosos sustantivos concretos (“plaza”, “balcones”, “árboles”, “rey”, “gorro”, l. 2-6), que constituyen una enumeración, al igual que los verbos en imperfecto de indicativo de las líneas 7-11 (“se deshacía”, “se abrían”, “se sacudían”, “se desleían”...). En este caso, la enumeración viene reforzada por la anáfora “cómo”. Los verbos descriptivos expresan transformación y por ello se trata de una descripción dinámica, puesto que el paisaje cambia a medida que se derrite la nieve. Además, el dinamismo se consigue también mediante la descripción de la bulliciosa vida de la plaza, con los mangueros y barrenderos regando para fundir la nieve y barriendo después: “chapoteaban (...) disolviéndo la nieve (...) revolviéndola (...) para echarlo todo a la alcantarilla” (l. 13-15). Finalmente, es típica de la modalidad descriptiva la presencia de verbos atributivos: “era charca cenagosa” (l. 12) o “Divertido era este espectáculo” (l.15), “parecían de algodón” (l. 5).
Por otra parte, hay abundantes complementos del nombre que acompañan a los sustantivos de la enumeración, tanto en forma de adjetivos calificativos (“blancos”, “purísimas”, l. 3-5) como de sintagmas preposicionales (“de los balcones”, “de nieve”, l. 4-5).
Por último, cabe destacar el uso de figuras literarias descriptivas como la personificación y la comparación : “los árboles ostentando cuajarones que parecían de algodón” (l. 5) y las metáforas: “el rey Felipe III con pelliza de armiño y gorro de dormir” (l. 6), donde las prendas se refieren en realidad a la forma y color de la nieve acumulada sobre la estatua.
En conclusión se trata de un texto que combina una descripción dinámica y llena de plasticidad con la reflexión interna de la protagonista, expresada mediante la técnica realista (innovadora en su época) del monólogo interior.

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