1 Olas gigantes que os rompéis
bramando
en las playas desiertas y
remotas,
envuelto entre la sábana de
espumas,
¡llevadme con vosotras!
5 Ráfagas de huracán que
arrebatáis
del alto bosque las marchitas
hojas,
arrastrado en el ciego
torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nubes de tempestad que rompe el
rayo
10 y en fuego ornáis las desprendidas
orlas,
arrebatado entre la niebla
oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme por piedad a donde el
vértigo
con la razón me arranque la
memoria.
15 ¡Por piedad! ¡Tengo miedo de
quedarme
con mi dolor a solas!
TEMA
Se trata de un tema
romántico: la angustia existencial, puesto que el poeta expresa a un confidente (la naturaleza) su
anhelo de morir para liberarse del sufrimiento que supone la vida.
Es, pues, una visión pesimista de la existencia típica de este
movimiento literario.
ESTRUCTURA EXTERNA
(MÉTRICA) E INTERNA (PARTES)
La estructura que
presenta el poema es representativa de la poesía de Bécquer. En
primer lugar, se trata de una composición breve de cuatro
versos endecasílabos (de arte mayor) que, siguiendo el principio de
libertad del Romanticismo, no se corresponde con ningún modelo
estrófico clásico. Como es frecuente en las Rimas, el
último verso es de pie quebrado (heptasílabo) y contiene el
motivo principal del poema: una oración exclamativa que
condensa el sentimiento de angustia que le lleva a desear la
muerte. La polimetría es una caracterísitca de la poesía
romántica, mientras que la preferencia por la rima asonante
(en los versos pares en este caso) es una característica distintiva
de Bécquer.
Por otra parte, otro
rasgo característico de Bécquer es el uso de la estructura
apelativa: el yo del poeta se dirige a una segunda
persona explícita mediante un pronombre e implícita en el
imperativo: “llevadme con vosotras”.
Este confidente, como es habitual, es la naturaleza, a
la cual solicita que lo lleve a la muerte, donde el sufrimiento de
esta vida no pueda alcanzarlo.
Por último, la
estructura interna también responde al modelo habitual en las
Rimas: las primeras tres estrofas se corresponden con la
presentación, puesto que describen la situación emocional
extrema del poeta que apela a las fuerzas de una naturaleza
romántica, salvaje y violenta (olas gigantes, ráfagas de huracán,
nubes de tempestad, rayos), para que lo arrastren con ellas, mientras
que la última estrofa encierra la conclusión, donde se expone de
forma directa y clara el tema del poema, en este caso la muerte
como liberación de la angustia vital. El final condensa el sentido
trágico del poema mediante dos encabalgamientos y dos oraciones
exclamativas para intensificar el dolor que lo atormenta.
FIGURAS LITERARIAS
El ritmo del poema se
crea mediante figuras de repetición, típicas de Bécquer y
de la poesía tradicional popular que inspiró a los románticos:
paralelismos (verso 1-2 con 5-6 y 9-10; versos 3, 7 y 11) y un
estribillo (el último verso de cada estrofa). (ATENCIÓN: EN
OTROS POEMAS HABRÍA QUE MARCAR TAMBIÉN LAS ANÁFORAS).
La violencia de la
naturaleza y de las emociones que siente el poeta aparece
intensificada por el uso de la aliteración. Así, se repite el
sonido de la consonante vibrante “r” en los versos 1, 2, 5, 9,
10, 13 y 14. Del mismo modo, el hipérbaton (v.6 v.10) también
refuerza el estado de alteración emocional y la angustia irracional
que llevan al poeta a desear la muerte.
En el verso 3 aparece una
metáfora llena de connotaciones: “sábana de espumas”.
Por una parte, esta imagen se refiere a las olas furiosas de un mar
embravecido en el cual desaparecería su cuerpo. Sería éste un
final romántico y dramático para la vida del poeta. Por otra, la
palabra “sábana” sugiere descanso (la muerte es el único reposo
definitivo para su alma atormentada) y remiten al color blanco de un
sudario, puesto que al sumergirse en las olas encontraría la muerte.
Asimismo, la
personificación “ciego torbellino” (v.7) contribuye a
resaltar la violencia y el poder destructor de una naturaleza que a
la vez es bella y letal. No en vano es el agente que permitirá la
liberación del alma del poeta al causarle la muerte.
CONCLUSIÓN
En conclusión, mediante
un vocabulario y un estilo aparentemente sencillos, Bécquer
construye un poema de gran perfección técnica para expresar con
sinceridad e intensidad las ansias de evasión y muerte a través de
las fuerzas violentas de la naturaleza; tema éste que está
determinado por el dolor, el pesimismo y la exaltación del yo,
propios del hombre romántico.
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