- TIPOLOGÍA, GÉNERO Y MODALIDAD TEXTUAL
Se trata de un texto de tipología
literaria puesto que presenta una voluntad estética y un uso
especial y cuidado de la lengua, ya que el autor lleva a cabo una
selección léxica (por ejemplo en las descripciones del ambiente, a la vez que reproduce expresiones propias del lenguaje popular para darle verosimilitud al habla de los personajes) y además recurre a las figuras literarias como la
enumeración, el paralelismo o la anáfora, como se comentará más adelante.
El fragmento pertenece al género
narrativo, puesto que pertenece a una novela y
narra los sucesos acaecidos a unos personajes (obreros: Nela y la
familia Centeno) en un determinado espacio (una fábrica) y tiempo
(siglo XIX). El narrador es externo omnisciente en 3ª persona , pues lo sabe todo sobre los personajes, tanto su modo
de vida (dónde duermen, la costumbre de poner velas en un altar
casero), como su origen (Nela es hija de la Canela) y sus
sentimientos (“Marianela no servía más que de estorbo”, l. 13).
Pero como es habitual en el Realismo, en este fragmento
predomina la modalidad descriptiva, porque el narrador
describe las condiciones de vida de los obreros de una fábrica en el
siglo XIX, concretamente en la casa del capataz y su familia. Así,
encontramos verbos narrativos en pretérito perfecto simple (y en 3ª persona),
que indican movimiento y acción puntual, como “se dirigió”,
en la l.2. Pero el tiempo más usado es el propio de la descripción,
esto es, el imperfecto de indicativo (“figuraba, l.8;
“servía”, l. 11) con numerosos verbos atributivos:”está”
(l.2), “era” (l.4, 25).
También es típico de la descripción
la presencia de abundantes sustantivos concretos (“casa”,
“talleres”, “esposos”, “gato”...) y adjetivos
calificativos, presentes en las frecuentes enumeraciones del
texto (“de moderna
construcción, si bien nada elegante
ni aun cómoda”, l.
4-5. Otras extensas enumeraciones aparecen en las líneas 6-7 y
14-20, de estructura paralelística, donde la selección de los elementos tiene una clara intención
humorística y, a la vez,
de denuncia.
Con ellas, el narrador pretende criticar el desorden y la
insalubridad de la vivienda del capataz, a la vez que el maltrato
psicológico inflingido a Nela, la protagonista, a la cual le hacen
sentir, como ya se ha dicho que “no servía más que de estorbo”
(l.13); después de una larga lista de objetos (reforzada por la
anáfora
“para”), que incluye “peroles inútiles”o “velas seculares
colonizadas por las moscas”, el autor termina explicando que había
sitio “para todo, absolutamente, menos par la hija de la Canela”
(l. 21).
- RESUMEN
Nela se dirigió a la casa de su familia adoptiva, los Centeno. A pesar de ser la residencia del capataz, era una
vivienda insalubre, donde los objetos más inútiles se acumulaban de forma caótica. Allí convivían hacinados
y sin ninguna intimidad, el matrimonio, sus hijos y Nela, a quien
constamente hacían sentir que era una carga.
- ESTRUCTURA
La primera parte se corresponde con el
primer párrafo: introduce a la protagonista , la sitúa en su
espacio habitual (la casa del capataz) y presenta a su familia
adoptiva.
La segunda parte sería el resto del
texto, donde se describen tanto la casa como las condiciones de vida
de los personajes.
- TEMA
El tema es típico de la novela
realista: la denuncia de las pésimas condiciones de vida de los
obreros, a través de la descripción de la
vivienda de Nela y los Centeno. Se retrata la miseria material y moral (falta de caridad, hipocresía...) en que viven, producto todo ello de la deshumanización de la sociedad industrial.
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